Ate de guayaba, la receta fácil y económica para preparar este rico dulce tradicional en México.
El ate de guayaba es uno de esos postres típicos y tradicionales que están hechos desde su origen con la intención de prepararse en casa.
También es conocido como Bocadillo de Guayaba y se trata de un postre sencillo en conserva que se prepara en muchas regiones de América Latina, como Colombia, Venezuela, Ecuador y Panamá, es muy similar al dulce y se encuentra en cualquier plaza.
Se trata de un dulce que se prepara a partir de la pulpa de la guayaba, panela de caña de azúcar (o azúcar refinada) que se envuelve en hojas de maíz o plátano. Suele servirse con quesos o con dulce de leche en forma de aperitivo.
Origen del ate de guayaba
El delicioso ate surgió durante el periodo del Virreinato en la Nueva España. Fue el resultado de la idiosincrasia culinaria basada en el dulce de membrillo de España. Sin embargo, lo que diferencia ambos dulces es que el ate se prepara con varias frutas. Michoacán fue el estado que le dio a nuestro país el ate como se le conoce en la actualidad.
El nombre de este dulce típico no era el que actualmente tiene; este dependía de la fruta con la que se preparaba se le agregaba esta terminación «ate»: manzate, guayabate, piñotate, almendrate, etcétera.
Ingredientes:
Para 1 personas
500 g Guayaba rosa
1 lt. Agua
500 g Azúcar morena
Jugo de limón un limón
Tiempo total: 1 h 30 m
Elaboración: 15 minutos
Cocción: 1 h 15 m
Reposo: 12 h
- En una olla, ponemos a calentar el agua a fuego medio. Ahí colocamos las guayabas cortadas en cuartos, con todo y piel.
- Cocinamos las frutas por 15 minutos. Bajamos el fuego, licuamos y colamos. Reservamos todo el jarabe que resulte de ello.
- Colocamos el jarabe en una olla nueva, agregamos el azúcar y el jugo de limón. Cocinamos a fuego bajo por 1 hora y medio o hasta que se espese.
- Luego preparamos un molde de vidrio (o de otro material resistente al calor) cubriéndolo con plástico para cocina.
- Una vez listo esto, vertemos la mezcla sobre el molde. Dejamos reposar hasta que se enfríe y cerramos el plástico. Lo dejamos reposar en el refrigerador por al menos una noche.
Para servir lo retiramos del plástico y lo espolvoreamos con un poco de azúcar normal o azúcar glass.
Cortamos en cuadros y puedes acompañar con queso campesino, mozzarella, queso tipo feta o queso manchego. ¡Disparos de sabor directo al paladar!
muy interesante conocer la historia detrás de un dulce tan sencillo como delicioso, es un postre de gran calibre